sábado, 19 de diciembre de 2015

La casa del poeta





Todos necesitamos tener un lugar seguro aunque sea una abstracción. Esa ¡Casa! que gritábamos de niños cuando jugábamos. Muchos artistas emplean refugios frágiles y quebradizos, que acotan un espacio imaginario donde imperan sus reglas, pero a la vez saben que la seguridad que proporcionan es más imaginaria que real, basta con que duden de ella un instante para que todo se desmorone con un soplido.

Habrá artistas que sus cimientos estén fuertemente arraigados en su formación académica o en la experiencia de su oficio. El trabajo duro y la teoría les han enseñado a desarrollar recursos para expresar lo que quieren transmitir y así ante un pequeño destello de inspiración toda la maquinaria se pone manos a la obra para exprimir lo mejor de ese hallazgo.

Sin embargo hay otros más volátiles, para los cuales el trabajo también es importante, pero es una tarea diferente, más bien como buscadores de tesoros. Buscan sin parar y cuando creen que han encontrado algo grande no siempre son capaces de saber bien que hacer con eso, entonces siguen buscando. Acumulan buenas ideas en su cabeza que a veces se multiplican, otras maceran o se funden y otras simplemente se pudren sin ver la luz.

A estos últimos les suele ocurrir que no son capaces de decir nada de interés si no se está desintegrando todo alrededor de su endeble casa imaginaria. No es algo intrínsecamente malo, excepto para ellos quizá, pero es esa extrañeza con el mundo la que les permite ver del revés lo que todo el mundo ve al derecho, y que todos verían igual que ellos si democráticamente se decidiese cambiar de opinión.

Hay quien piense estos seres a veces autodestructivos, estos poetas malditos, no son más que parásitos que destruyen lo que tocan en pos de un supuesto arte, pero eso solo son farsantes, farsantes los hay en todas partes y no son nada interesantes.



El dibujo empezó con la versión tridimensional y luego súbitamente se sintetizó hasta confundirse todas sus dimensiones. Inicialmente me iba a centrar el cubo, pero ahora me resulta prioritario repetir con propiedad los otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario